P: Quiero estudiar las sustancias controladas de la lista I. Quiero estudiar marihuana (cannabis), peyote, MDMA, psilocibina, LSD, ayahuasca/DMT e ibogaína, para empezar. R: Todo eso es posible, pero deberías elegir sólo una. P: Vale, quiero estudiar el cannabis. R: En realidad es una de las más difíciles. Por favor, elige uno mejor.
Recientemente, hemos estado escribiendo sobre las clínicas de infusión de ketamina, que están apareciendo cada vez más en todo el país (ver una lista de nuestra cobertura anterior al final de este post). En las próximas semanas profundizaremos en las distintas leyes y normativas que regulan las clínicas. Hoy nos centraremos en algunos de los requisitos de alto nivel de la Agencia Antidroga (DEA).
El número de clínicas de ketamina está aumentando en Estados Unidos y en todo el mundo. Como hemos descrito anteriormente, la ketamina es un fármaco de la Lista III de la Ley Federal de Sustancias Controladas, ha sido aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) para ciertos usos médicos, y en algunos casos puede ser utilizado para usos fuera de etiqueta (como la ansiedad
A principios de este año escribimos sobre el movimiento para despenalizar la psilocibina - destacando su éxito en Denver, Oakland y Santa Cruz - y que casi otras 100 ciudades están estudiando despenalizar los psicodélicos. (El movimiento por la psilocibina es como el movimiento por el cannabis (excepto cuando no lo es)). Ese artículo postulaba que la psilocibina se movería por dos vías
Hace unas semanas, escribimos sobre la proliferación de clínicas de ketamina en Estados Unidos y sobre la logística y los aspectos legales del funcionamiento de una clínica de infusión de ketamina. Como explicamos, el único uso aprobado por la FDA de la ketamina es la inducción y el mantenimiento de la anestesia, aunque también se utiliza para infusiones fuera de lo indicado en el tratamiento de la anestesia.
En los últimos años, en Estados Unidos han proliferado las clínicas de ketamina. De 2015 a 2018, el número de clínicas aumentó de 60 a 300; sin duda, esa cifra es mayor en la actualidad. La gente utiliza cada vez más la ketamina para dolencias que se resisten al tratamiento mediante fármacos tradicionales. En una tendencia aún mayor, el proveedor de atención médica
