En agosto, en The Top 14 China Wild Cards/Future Risks, enumeramos lo que considerábamos los 14 principales riesgos para las empresas extranjeras que hacen negocios en o con China. Primero enumeramos lo que considerábamos los seis principales riesgos "en este momento", y luego enumeramos ocho riesgos más que pensábamos que podrían pasar a primer plano. Entre estos ocho se encontraba el siguiente:
Es posible que se llegue a un punto de inflexión cuando los consumidores de Estados Unidos, la UE y otros países se sientan tan preocupados por la forma en que China trata a sus poblaciones uigur y tibetana (véanse esto y esto) o por la forma en que actúa contra Hong Kong o Taiwán o por sus esfuerzos por ejercer el control fuera de China. Este tipo de cosas se están filtrando más últimamente a medida que la flor de la rosa desaparece y oímos cada vez más de nuestros propios clientes (estadounidenses y de otros países) que sus empleados se niegan a ir a China o que los consumidores se quejan de que sus productos se fabrican en China. Tomemos el caso de una empresa como Patagonia, que tiene una reputación estelar de preocuparse por el medio ambiente y por las personas, e incluso llega a autodenominarse "la empresa activista"; ¿cuánto tiempo más podrá mantener su posición moral y seguir fabricando algunos de sus productos en China?
Yo llamo a esto los "riesgos morales" de hacer negocios con China, aunque me doy cuenta de que "riesgo moral" significa "falta de incentivo para protegerse contra el riesgo cuando uno está protegido de sus consecuencias". Me gusta esta frase para describir los peligros de hacer negocios con un país percibido como violador de los derechos humanos, como China.
Desde que China empezó a tomar medidas enérgicas contra Hong Kong en junio, he preguntado a menudo a clientes y a otras personas que hacen negocios en China o con China si consideran que su actividad en China tiene un impacto negativo en su reputación comercial fuera de China. ¿Podría hacerles perder clientes o empleados? Desde junio hasta octubre, la respuesta fue un "no" uniforme, normalmente seguido de uno de los siguientes comentarios;
- Los estadounidenses ni siquiera saben lo que pasa aquí, y mucho menos en China.
- China es mejor que X país y a nadie parece importarle lo que haga X país.
- Estados Unidos genera más rencor en el mundo que China.
Entonces llegó el incidente de la NBA de octubre y las respuestas empezaron a ser más pensativas. Aunque el "no" seguía siendo prácticamente la única respuesta, empecé a recibir comentarios como el siguiente:
- No creo que haya problemas, pero sin duda es algo que merece la pena que consideremos.
- Supongo que todo se arreglará en unas semanas, pero mientras tanto esto podría tener un impacto mínimo en nuestras ventas, aunque lo dudo.
- Entiendo que a algunas personas les preocupe, pero a menos que se convierta en un verdadero movimiento, no creo que tenga ninguna repercusión real.
Luego vinieron los papeles de Xinjiang y los crecientes llamamientos a boicotear los productos chinos y los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 y estrellas del fútbol y el rugby como Mesut Özil y Sonny Bill Williams pronunciándose en contra de China. Aun así, prácticamente nadie tiene previsto dejar de hacer negocios con China mañana mismo por los problemas de derechos humanos de China, pero muchos ven ahora las malas acciones de China como una amenaza potencial para sus negocios fuera de China. Estoy recibiendo los siguientes tipos de comentarios:
- Si pudiéramos dejar de hacer negocios con China mañana mismo, lo haríamos. Pero no podemos.
- Tenemos empleados que quieren que dejemos de hacer negocios con China y tenemos que tomárnoslo en serio.
- Hay un 50% de probabilidades de que todo esto se calme en los próximos meses. Sin embargo, existe un 50% de probabilidades de que se conozcan más malas noticias sobre China y, en ese caso, el ______ podría saltar por los aires.
- Mira nuestro negocio. Estaría loco si no me preocupara.
¿Qué opina? ¿Qué está viendo u oyendo ahí fuera?
