Viajar a China con pasaportes de género neutro

Los estadounidenses no binarios, intersexuales y de género no conforme ya pueden obtener pasaportes con un marcador de género X. Anteriormente, el Departamento de Estado de EE.UU. había anunciado que los solicitantes podrían seleccionar su género "como 'M' o 'F'", independientemente del género especificado en otros documentos de identidad, y sin necesidad de ningún certificado médico. Según el enviado especial de Estados Unidos para promover los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales (LGBTQI+), "cuando una persona obtiene documentos de identidad que reflejan su verdadera identidad, vive con mayor dignidad y respeto".

Estados Unidos no es el primer país que ofrece pasaportes de género neutro. Argentina, Australia, Canadá, Nepal y los Países Bajos son algunos de los países que ya ofrecen la opción del tercer sexo en sus pasaportes. No obstante, la medida del Departamento de Estado sigue siendo de gran importancia, ya que constituye la declaración política más firme que el gobierno estadounidense puede hacer sobre la cuestión de la diversidad de género.

Lejos de ser un mensaje dirigido únicamente al público nacional, las acciones del Departamento de Estado constituyen un acto de política exterior. En esencia, un pasaporte es una comunicación formal entre gobiernos, que solicitan paso seguro y asistencia para sus ciudadanos. Esto se ve subrayado por el hecho de que los pasaportes, al menos en el caso de Estados Unidos, son propiedad del gobierno que debe devolverlos cuando se le soliciten(22 CFR § 51.9). Por consiguiente, la elección de género no binario que hacen los estadounidenses que eligen X cuenta con el apoyo de Estados Unidos.

Sin embargo, a pesar de esta poderosa señal, los estadounidenses pueden encontrar dificultades al utilizar un pasaporte X para viajar al extranjero. Las autoridades de países hostiles a los derechos de los transexuales pueden acosar a los titulares de estos pasaportes y, en algunos casos extremos, negarse a reconocerlos como válidos.

En otros países puede que no haya intención hostil, pero en la práctica puede que sus sistemas no estén diseñados para aceptar designaciones de género X. Los formularios de solicitud de visado en línea o los programas informáticos utilizados para los trámites de inmigración pueden requerir una elección binaria de género. Los esfuerzos torpes de los funcionarios por encontrar soluciones pueden dar lugar a situaciones incómodas.

Parece poco probable que estas situaciones se produzcan en China. Por un lado, los ciudadanos chinos pueden cambiar los marcadores de género en sus documentos de identidad, aunque sólo en los casos en que la persona se haya sometido a cirugía de reasignación de género (变性手术). Aunque esto es diferente de permitir la autoselección sin necesidad de cirugía y expedir documentos de género neutro, indica al menos un enfoque algo progresista de la diversidad de género por parte de China.

En cualquier caso, aunque los documentos de identidad de género neutro no estén disponibles en China, se puede contar con que las autoridades respondan de forma práctica al uso de tales documentos por extranjeros. Es importante recordar que otros países llevan muchos años expidiendo este tipo de pasaportes, y hasta la fecha no se han registrado problemas en China (lo que, por supuesto, no significa que no los haya habido).

Dicho esto, los viajeros que hayan visitado China anteriormente con documentos de viaje en los que figure un sexo distinto al de sus documentos actuales pueden tener dificultades. En esos casos, la preocupación de los funcionarios puede dar lugar a un interrogatorio que puede resultar incómodo para algunos viajeros.

Además, los funcionarios que no tratan habitualmente con extranjeros pueden estar menos familiarizados con los documentos de género neutro que sus homólogos de los principales puertos de entrada y oficinas de inmigración. Por otra parte, es posible que las directrices del gobierno chino sobre el tratamiento de los documentos no sexistas no se apliquen a agentes privados como empleados de hotel y vendedores de teléfonos móviles.

Por último, hay que entender que estos acontecimientos no se producen en el vacío. Puede que a las autoridades chinas no les interese hacer pasar un mal rato a un visitante por tener un pasaporte de género neutro, pero sí por su nacionalidad. En ese caso, introducir la identidad de género en la mezcla puede ser visto por las autoridades chinas como un juego limpio.

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