Coches autónomos en China: La hoja de ruta y los riesgos

El desarrollo de coches autoconducidos es la pieza central del plan del gobierno chino para rediseñar su sector manufacturero y tecnológico. Los chinos han acuñado el término Vehículos Inteligentes y Conectados (ICV) (智能网联汽车)como su término técnico para la versión china de lo que es una carrera internacional hacia un difícil objetivo técnico. El ICV es un objetivo ideal para China porque combina elementos de sus tres programas tecnológicos clave actuales: Made in China 2025, Internet+ y el Plan Estratégico de Inteligencia Artificial.

Como es típico en el sistema chino, el gobierno central trata de situarse en la cima del sistema, proporcionando orientación y control de arriba abajo. Para alcanzar este objetivo, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de la RPC acaba de publicar el siguiente conjunto exhaustivo de directrices nacionales (建设指南) para establecer el marco de desarrollo de los VCI en China:

1. Directrices nacionales para el desarrollo del sistema de normas de la industria telemática (requisitos generales) (国家车联网产业标准体系建设指南 (总体要求)). (Junio de 2018)

2. Directrices nacionales para el desarrollo del sistema de normas de la industria telemática (vehículos inteligentes y conectados) (国家车联网产业标准体系建设指南 (智能网联汽车) (27 de diciembre de 2017).

3. Directrices nacionales para el desarrollo del sistema de normas de la industria telemática (comunicación de la información) (国家车联网产业标准体系建设指南 (信息通信) (junio de 2018).

4. Directrices nacionales para el desarrollo del sistema de normas de la industria telemática (productos y servicios electrónicos) (国家车联网产业标准体 系建设指南 (电子产品和服务) (junio de 2018).

Aunque las Directrices son detalladas y completas, sólo son directrices; son una norma a seguir para redactar reglamentos y estatutos vinculantes. Las Directrices marcan el camino a seguir, pero el verdadero trabajo queda por hacer.

Hasta la fecha, el reglamento más importante con un impacto sustantivo es el de Prácticas de Gestión de Pruebas de Vehículos Inteligentes y Conectados (智能网联汽车测试管理规范) publicado el 12 de abril de 2018. En virtud de esta normativa, se permite a las distintas ciudades chinas desarrollar normas para las pruebas en carretera de vehículos de conducción autónoma en vías públicas. En respuesta a esta nueva regulación, las ciudades chinas que buscan acoger el desarrollo de VCI están trabajando con los actores para acoger pruebas en su propia ciudad. Las típicas divisiones regionales que caracterizan el desarrollo tecnológico chino ya están tomando forma:

1. Pekín ha establecido un programa de licencias para Baidu.

2. Shanghai ha establecido un programa de licencias para Alibaba.

3. Shenzhen ha establecido un programa de licencias para Tencent.

Cada ciudad intenta establecer su propio campeón regional en esta nueva área. Para no quedarse atrás, otras ciudades chinas están creando sus propios programas de pruebas de VCI. Por ejemplo, la ciudad de Tianjin anunció recientemente un programa de pruebas de VCI en colaboración con el Instituto de Investigación de la Industria de Vehículos Inteligentes Conectados de Tianjin. Se espera que otras ciudades chinas sigan su ejemplo y que todas ellas intenten crear un campeón regional (no nacional) de VCI.

Este movimiento hacia campeones regionales de VCI es contrario al objetivo del MIIT. Nótese que este movimiento hacia feudos de VCI basados en ciudades/regiones es radicalmente diferente de la experiencia en Estados Unidos. Recientemente, California ha abierto sus carreteras a las pruebas de coches autónomos. En respuesta, más de 50 fabricantes diferentes han optado por realizar pruebas en las carreteras de California. En consonancia con la política general de Estados Unidos, California no intenta favorecer a una empresa en detrimento de otra. El mercado elegirá al ganador. El sistema chino se está desarrollando exactamente en la dirección opuesta, donde los gobiernos regionales eligen de antemano a su ganador. La evolución en la próxima década mostrará qué sistema funciona mejor.

En el desarrollo del ICV, la tecnología lo es todo. El gobierno central y los gobiernos regionales chinos disponen de mucho dinero para desarrollar este programa. Pero ese dinero se utilizará al modo clásico chino. Se utilizará para comprar terrenos y construir fábricas.

Pero la cuestión para China es qué harán realmente esas fábricas. Sin la tecnología más avanzada, las fábricas no harán más que fabricar vehículos eléctricos de bajo nivel que ya abarrotan las carreteras de las ciudades chinas de segundo nivel. Para las ciudades de segundo nivel, como Tianjin, el problema tecnológico es aún más grave, porque los actores de Pekín, Shanghai y Shenzhen no tienen previsto compartir su tecnología. Así que cada agente regional se enfrenta a un problema existencial: una vez construidas las fábricas, ¿de dónde saldrá la tecnología ICV?

La búsqueda de tecnología será intensa. Una empresa enorme como Alibaba quizá pueda desarrollar la tecnología por su cuenta. Pero eso solo sirve para el feudo de Shanghái. ¿Qué pasa con los demás? En respuesta, los gobiernos regionales chinos, los centros de investigación y las empresas de producción rastrearán el mundo en busca de lo último en tecnología ICV. Como China parece ser actualmente el principal mercado de vehículos eléctricos y VCI, las empresas extranjeras tendrán que decidir si quieren trabajar en China o no. Para las empresas que decidan trabajar en China, la verdadera cuestión se reducirá al tema que planteamos continuamente en este blog. ¿Mantendrán el control sobre la tecnología o la cederán?

Este creciente mercado de tecnología ICV es una oportunidad para las empresas extranjeras, pero, como ocurre con todos los acuerdos tecnológicos en los que interviene China, las empresas extranjeras deben tener cuidado con el robo de propiedad intelectual y la transferencia forzosa de tecnología a empresas chinas.

¿Qué va a ser?