Pensamos en Malasia

Malasia está en nuestras mentes estos días, ya que el país sigue apareciendo en nuestro trabajo. No es casualidad, ya que el país se perfila como uno de los beneficiarios de la desvinculación de China. Aquí comentamos tres cosas que debería saber sobre lo que está ocurriendo en Malasia estos días.

1. Potencia industrial 

China ha eclipsado durante mucho tiempo a otras economías de la región, especialmente en lo que se refiere a la industria manufacturera. Pero Malasia tiene un largo historial como productor. Según el Banco Mundial, es "uno de los principales exportadores de aparatos eléctricos, piezas y componentes". El sector de la exportación representa alrededor del 40% de los puestos de trabajo de Malasia.

Como resultado, el país se ha situado en una buena posición para atraer a empresas estadounidenses (y de otros países) que buscan alternativas a China, especialmente a la luz de los aranceles de la Sección 301. Y no sólo trabajamos con empresas que buscan abastecerse o fabricar en Malasia. Nuestro trabajo reciente también incluye la asistencia a exportadores malayos, algunos de los cuales están disfrutando de una bonanza.

2. Problemas de transbordo

Dada su proximidad a China, la base manufacturera existente y una infraestructura portuaria decente, Malasia se ha convertido en un punto de transbordo para los exportadores chinos que buscan eludir los aranceles y derechos estadounidenses. Es probable que la preocupación de las autoridades estadounidenses (en particular del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras o CBP) sea exagerada, aunque no totalmente infundada. Sea como fuere, una niebla de sospechas se ha cernido sobre Malasia, y los importadores estadounidenses de productos malayos a menudo tienen que demostrar que sus productos se fabricaron allí.

Por nuestra experiencia trabajando con este tipo de importadores, no podemos insistir lo suficiente en la importancia de llevar a cabo la diligencia debida, para asegurarse de que las mercancías "malasias" no son en realidad chinas. Y si usted está convencido de que el país de origen es efectivamente Malasia, asegúrese de documentar adecuadamente las actividades de fabricación, en caso de que la CBP pregunte. Véase Cuidado con el transbordo.

3. Trabajo forzoso

El trabajo forzoso se ha convertido en uno de los principales problemas comerciales de nuestro tiempo (además de ser, por supuesto, una cuestión crítica de derechos humanos). Por desgracia, Malasia se ha encontrado en el lado equivocado del escrutinio. El CBP ha emitido órdenes de exclusión contra los productores malayos de aceite de palma y PPE, y otros sectores podrían seguirle.

Para los importadores estadounidenses, la diligencia debida para garantizar que sus productos no se fabrican utilizando trabajo forzoso es esencial. La legislación estadounidense prohíbe la importación de productos fabricados con mano de obra forzada y la CBP está facultada para excluir dichos productos de Estados Unidos. Pero también es vital establecer los problemas de cumplimiento del trabajo forzoso en casa, ya que los importadores pueden ser penalizados por sus propios fallos a la hora de ayudar a combatir la importación de bienes fabricados utilizando trabajo forzoso.

4. De cara al futuro

El crecimiento económico de Malasia desde 2010 ha sido del 5,4% de media. Esto sitúa al país en la cúspide de convertirse en una economía de renta alta, y el Banco Mundial sugiere que esto podría ocurrir tan pronto como en 2024. Para ponerlo en perspectiva, los únicos países de renta alta del Sudeste Asiático son Brunei y Singapur, ambos mucho más pequeños que Malasia y con economías únicas. Más allá de ser un lugar donde las empresas pueden fabricar u obtener bienes, es también un prometedor mercado de importación de bienes y servicios, con algunas posibilidades intrigantes en el futuro a medio plazo.