Han pasado poco más de dos años desde que China promulgó la Ley de Seguridad Nacional (NSL) de Hong Kong, una medida tomada, como explicó el Comité de Derechos Humanos de la ONU, "sin consultar con el público hongkonés". Desde entonces, las autoridades de Hong Kong han estado aplicando enérgicamente lo que oficialmente es la Ley de la República Popular China sobre Salvaguardia de la Seguridad Nacional en la Región Administrativa Especial de Hong Kong. En palabras de la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, la NSL ha provocado "una erosión sistemática de la libertad y la democracia en Hong Kong".
Una revisión de los hechos sugiere que el Ministro de Asuntos Exteriores no exagera. La primera persona condenada en virtud de la NSL, Tong Ying-kit, fue enviada a prisión durante 6½ años por "incitar a otros a cometer secesión", al ondear una bandera con el lema "Liberemos Hong Kong, revolución de nuestro tiempo" (光復香港，時代革命), uno de los principales gritos de guerra del movimiento prodemocrático de Hong Kong.
A principios de este año, la policía advirtió a una tienda llamada Not One Less Coffee "que guardara algunos artículos que calificaba de delicados, sin indicar explícitamente qué lemas o frases del material publicitario se consideraban potencialmente ilegales". Según la información facilitada por el propietario de la tienda, parece que la policía se refería a artículos con las frases "resiste contigo" y "sin ningún miedo". Cabe señalar que el propio nombre de la tienda hace referencia a un popular lema prodemocrático, "Cinco reivindicaciones, ni una menos" (五大訴求，缺一不可).
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha pedido la derogación de la NSL por ser incompatible con las obligaciones de Hong Kong en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos(PIDCP). Se trata de un giro irónico, dado que el artículo 4 de la NSL exige explícitamente que se proteja el ICCPR. El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha "subrayado las deficiencias de la NSL, incluida la falta de claridad de la "seguridad nacional" y la posibilidad de transferir casos de Hong Kong a China continental, que no es Estado parte del Pacto, para su investigación, procesamiento, juicio y ejecución de penas".
Además de la propia NSL, las autoridades de Hong Kong también están desempolvando los delitos de sedición, que no se invocaban desde la década de 1960, para perseguir a los activistas prodemocráticos. El 5 de julio de 2022, cinco logopedas fueron juzgados por escribir libros infantiles "sediciosos", que presentaban a los hongkoneses como ovejas amenazadas por los lobos de China continental. También se han presentado cargos de sedición contra seis personas que aplaudieron durante el juicio contra la abogada Chow Hang-tung, encarcelada por organizar vigilias no autorizadas en recuerdo de las víctimas de la represión de la plaza de Tiananmen en 1989.
Desde el punto de vista del impacto real que la NSL ha tenido en Hong Kong, es difícil pensar en un acto legislativo chino de mayor trascendencia en el pasado reciente. No cabe duda de que la NSL no fue la única responsable de la espectacular transformación de Hong Kong; simplemente reflejaba los cambios en la visión del Gobierno central chino sobre Hong Kong y proporcionaba un nuevo marco jurídico para aplicar dicha visión. Por otra parte, como ya se ha señalado, las autoridades de Hong Kong han utilizado otros instrumentos jurídicos para cumplir los deseos de Pekín, incluidos algunos que dejaron los británicos. Sin embargo, la NSL resume a la perfección la nueva realidad de Hong Kong, en la que se han dejado de lado antiguas protecciones jurídicas y se vislumbra una mayor integración con la Madre Patria.
En su diseño y uso de la Ley de Seguridad Nacional, Pekín ha sido bastante transparente sobre lo que quiere que sea Hong Kong. La cuestión para las empresas extranjeras es si están dispuestas a aceptar el nuevo Hong Kong.
