Las medidas cautelares de los tribunales chinos contra las demandas revelan una nueva y cruda realidad

Nos esforzamos por reconocer el mérito de China por sus avances en el desarrollo del Estado de Derecho y la igualdad de condiciones para las empresas extranjeras. Hace poco más de una semana, hablábamos de cómo las marcas chinas son más útiles que nunca, precisamente por los cambios positivos que se están produciendo en los organismos gubernamentales y los tribunales chinos en relación con la protección de los derechos de propiedad intelectual, tanto para las empresas extranjeras como para las nacionales.

Pero no todas las noticias sobre hacer negocios en China son positivas. Como informa Fox Business, "en cuatro casos importantes desde 2020, los tribunales chinos concedieron las llamadas medidas cautelares contra demandas que bloquean a las empresas extranjeras de emprender acciones legales en cualquier parte del mundo para proteger sus secretos comerciales." Tres de las cuatro empresas que se beneficiaron de estas medidas cautelares eran chinas.

Las medidas cautelares contra demandas (ASI) existen desde hace tiempo. Suelen ser dictadas por los tribunales para impedir que casos idénticos se ventilen simultáneamente en múltiples jurisdicciones". A menudo se utilizan para impedir que una parte intente eludir las disposiciones de una cláusula contractual de elección de foro.

Sin embargo, los tribunales chinos están utilizando las ASI de formas novedosas. Los tribunales chinos están utilizando las ASI no para hacer cumplir las cláusulas de selección de foro, sino para amordazar a las partes por completo. En uno de los casos, la empresa japonesa Sharp había demandado a la china Oppo en Japón por infracción de patentes. Oppo respondió con una nueva demanda en Shenzhen, donde un tribunal chino asumió gustosamente la jurisdicción y emitió una ASI para mantener a raya a todos los demás tribunales. Esa ASI preveía sanciones de un millón de dólares semanales en caso de incumplimiento.

Hasta 2017, "no [existía] ningún requerimiento antiprocesal en la legislación china". Hasta ese año, "los tribunales chinos tendían a ignorar simplemente las órdenes judiciales contra la demanda dictadas por tribunales extranjeros", sin "constancia de una actitud judicial oficial hacia ese tipo de documento judicial". Cuando los tribunales chinos dejaron de ignorar las ASI, no fue para ejecutar una, sino para ordenar a una parte que retirara otra presentada en una jurisdicción diferente.

Estos acontecimientos ponen de relieve una cruda realidad del sistema jurídico chino. Las autoridades y los tribunales chinos protegen cada vez más a las empresas extranjeras, pero sólo cuando las partes chinas perjudicadas no tienen importancia.

Por ejemplo, China ha adoptado una línea cada vez más dura con los ocupantes ilegales de marcas. Se trata de entidades que registran marcas sin ninguna intención de utilizarlas, con la esperanza de cobrar cuando alguien quiera usarlas (a menudo, el propietario real de la marca).

Los okupas suelen ser unos don nadie y, en algunos casos, auténticos malnacidos que hacen cosas que están mal vistas, cuando no son ilegales. No es que el okupa medio declare en sus impuestos el dinero obtenido con la venta de una marca. Lo mismo ocurre con los falsificadores comunes y corrientes, como los que fabrican bolsos y réplicas de camisetas. Como suelen actuar en la sombra, lo más probable es que estén infringiendo otras leyes chinas además de las de propiedad intelectual.

Pero la cosa cambia cuando están en juego los intereses de campeones nacionales como Xiaomi, Huawei y Oppo. En estos casos, los tribunales chinos no se detendrán ante nada para favorecer los intereses de esas partes.

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