La lucha contra el blanqueo de dinero en China aumenta la supervisión reglamentaria

El 1 de agosto de 2022 entró en vigor en China una Ley Antimonopolio (中华人民共和国反垄断法) modificada, que supone la primera revisión de la ley desde su promulgación original en 2007. La nueva ley amplía las competencias de la Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR) (国家市场监督管理总局), que publicó seis proyectos de normas de aplicación para preparar la ampliación de sus competencias. En opinión del profesor Mark Cohen, "está empezando a surgir en China un nuevo entorno para la aplicación de la legislación antimonopolio."

La SAMR puede ahora exigir que las partes informen de cualquier transacción que pueda tener un efecto anticompetitivo, incluso si la transacción no alcanza el umbral de volumen de negocios que desencadenaría una presentación obligatoria. Además, el AML modificado aumenta significativamente las sanciones por infracciones. Según el artículo 63, las multas por infringir la AML pueden multiplicarse hasta por cinco en [un caso que] "presente circunstancias especialmente graves, tenga un impacto especialmente atroz y cause consecuencias especialmente graves" (H/T China Law Translate). Por su parte, el artículo 56 autoriza la imposición de multas de hasta 1 millón de RMB a los particulares que tengan responsabilidad personal en los acuerdos de monopolio.

Entre las disposiciones de la ley enmendada que más han llamado la atención están las dirigidas a la economía digital. En virtud de la LMA enmendada, los operadores no podrán utilizar datos y algoritmos, tecnología, ventajas de capital y normas de plataforma para incurrir en las conductas monopolísticas prohibidas por la ley. Del mismo modo, también se prohíbe el uso de estos recursos para incurrir en abuso de posición dominante en el mercado.

A pesar de esta atención a la economía digital, su desarrollo "no ha aportado cambios fundamentales al marco de análisis de la Ley Antimonopolio", señala el profesor Han Wei. Eso se dejará para "la elaboración de normas más específicas que se optimizarán mediante reglamentos administrativos y normas departamentales."

Para las empresas internacionales, las conclusiones deben ser claras.

En primer lugar, continúa la tendencia a una mayor supervisión de las actividades empresariales por parte de las autoridades chinas. Como habrán observado los lectores de este blog, se trata de un tema recurrente en gran parte de la legislación china reciente, incluso la procedente de las regiones administrativas especiales, como la nueva ley del juego de Macao.

En segundo lugar, participar en prácticas monopolísticas en China es ahora una empresa más arriesgada, con mayores sanciones para las empresas y responsabilidades personales para los funcionarios responsables. Cuando traten con competidores y socios comerciales, las empresas deben tener cuidado con la AML y dar un amplio margen a cualquier actividad que pueda interpretarse como una práctica monopolística.

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