Marcas en China: Registrar en más clases, acabar con más falsificaciones

La ausencia en China de un requisito de uso afirmativo de la marca permite a los titulares de marcas registrar marcas en más clases y que abarcan más productos y servicios de los que realmente venden. Esto proporciona una herramienta útil a las marcas que quieren perseguir las falsificaciones. Aunque la infracción suele comenzar con la gama principal de productos de una marca, a menudo va más allá. Al registrar sus marcas en más clases, las marcas pueden asegurarse de que sólo ellas pueden aprovechar legalmente las nuevas ideas de productos y servicios. Por ejemplo, las cafeterías de marca pueden no ser una idea ganadora para las marcas de moda en sus mercados nacionales, pero podrían representar una importante fuente de ingresos en China.

Además, todas las falsificaciones pueden perjudicar a la marca, aunque ésta no tenga interés en venderlas. Por ejemplo, una marca que se enorgullece de la artesanía de sus bolsos de lujo no querrá que zapatos y cinturones de baja calidad lleven su marca. Esto es especialmente cierto si el uso de su marca es legal, lo que permite que las ventas se realicen de forma más abierta y en canales de mayor reputación.

Un registro más amplio también permite a la marca participar en más acciones de defensa de la marca. Por ejemplo, una marca de bolsos de lujo. Supongamos que las autoridades hacen una redada en un almacén y encuentran miles de camisetas con las marcas de la marca. Si sus registros incluyen la clase 25, la marca podrá perseguir el asunto e infligir un daño al falsificador.

Algunos dirán que a la marca no le importa, si su negocio es el de los bolsos y no el de las camisetas. Y de hecho hay marcas que adoptan ese punto de vista. Pero los más avispados entienden que esas camisetas (por las que las marcas no recibirán ni un jiao), sólo contribuirán a abrir el apetito por los bolsos falsificados. Además, una vez más, la marca podría darse cuenta de que hay una oportunidad lucrativa en el espacio de la ropa. Es cierto que en China hay un mercado para los bolsos de 5000 yenes, pero también lo hay para las camisetas de 500 yenes.

Además, no hacer nada con esas camisetas podría enviar un mensaje equivocado a las fuerzas del orden. Hay marcas que no colaboran con las autoridades, ni siquiera cuando se trata de sus productos principales. En algunos casos, estas marcas consideran que no merece la pena perseguir los casos que implican pequeñas incautaciones. Otras simplemente no se molestan en aprender cómo funciona el sistema. En cualquier caso, los funcionarios chinos no tardarán en perder la paciencia. Si bien estas situaciones difieren de aquellas en las que la marca simplemente no tiene un registro en la clase pertinente, los funcionarios podrían malinterpretar la falta de cooperación como reflejo de un desinterés más amplio en las acciones de aplicación. Si una marca sabe que se van a producir incautaciones periódicas de un determinado tipo de producto, es mejor que se prepare para colaborar en la lucha contra la falsificación.

El registro en las 45 clases no es una estrategia realista para la mayoría de las empresas, por lo que, a la hora de diseñar su estrategia de marcas en China, las marcas deben pensar de forma creativa en los productos y servicios que podrían vender algún día. Además, deben anticiparse a los movimientos de los falsificadores y registrar sus marcas en las clases en las que es probable que vean productos que, aunque no les quiten directamente cuota de mercado, podrían tener repercusiones negativas en su reputación.