En los últimos días han surgido informes sobre una propuesta para abrir el mercado chino a los servicios de streaming extranjeros. Según Tech Node, Beijing News informó de que China "permitiría a las empresas extranjeras ofrecer ... servicios de streaming ... a finales de año". Esto supondría un cambio radical de la política actual y sería bastante sorprendente a la luz de las actuales relaciones entre Estados Unidos y China. En Pekín (donde vivo y trabajo) circulan rumores en este sentido desde hace unos seis meses, y al principio parecía que por fin se había producido un avance real.
Sin embargo, si se examina más de cerca, todo lo que ocurrió fue que el Gobierno Municipal de Pekín emitió un comunicado en el que mencionaba un plan para permitir la inversión extranjera en servicios VPN como parte de una especie de plan piloto limitado. En las descripciones del plan en las noticias chinas, varios medios de comunicación interpretaron que servicios como la "distribución de productos audiovisuales" se referían al streaming en línea. Descrito como un "plan de acción para la reforma abierta" de Internet de tres años de duración, el plan pretende promover una "reforma abierta" y unas "condiciones de inversión extranjera abiertas" para Internet "rompiendo las políticas existentes". No está claro que esto tenga sentido, dado que las VPN permiten acceder a sitios web y servicios extranjeros bloqueados en China, pero esa es otra historia.
Como indicio de cierto cambio de ambiente, la aparente postura del Gobierno Municipal de Pekín puede ser una buena noticia para las empresas estadounidenses de servicios de streaming. Es difícil saberlo porque los detalles son difíciles de conseguir: a pesar de las afirmaciones de que el plan se había publicado, no hemos podido localizar una copia. Sin duda, los planes piloto en zonas limitadas se utilizan con frecuencia en China para calibrar la viabilidad y el impacto de la reforma antes de comprometerse a nivel nacional.
Por ahora, dejemos claro que la inversión extranjera en servicios de vídeo a la carta y canales de televisión sigue estando prohibida en China. Esto se debe a que estas actividades se encuentran en la sección prohibida de la "Lista Negativa" de China. El Ministerio de Comercio y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma mantienen la Lista Negativa en relación con el "Catálogo de Industrias para Orientar la Inversión Extranjera". Otras actividades extranjeras incluidas en la sección prohibida de la lista negativa son las realizadas por productoras de televisión, productoras cinematográficas y distribuidoras cinematográficas.
La Lista Negativa también incluye una sección en la que se enumeran las actividades en las que la inversión extranjera está restringida pero no prohibida. La inversión extranjera en actividades restringidas es posible, pero normalmente debe producirse a través de una empresa conjunta en la que la parte extranjera asume una posición minoritaria. Por ejemplo, aunque la inversión extranjera en empresas de producción está prohibida, la inversión en producción está permitida, al menos en lo que respecta a la lista negativa, a través de una empresa conjunta.
Como puede verse, un servicio de streaming extranjero no podría interesarse por una plataforma de vídeo a la carta china sin un cambio importante en la Lista Negativa de China. La actividad en cuestión tendría que pasar de las secciones prohibidas a las restringidas o fomentadas. Como alternativa, sería necesaria una excepción expresa en virtud de alguna otra ley o, tal vez, como parte de una resolución de la actual guerra comercial entre EE.UU. y China.