Vapes. E-cigarrillos. ¡México! Como mucha gente, mi cuñado está intentando dejar de fumar. Y como mucha gente, no está teniendo mucho éxito. Por eso hace unas semanas yo estaba sentada en el comedor de un hotel en Florida y él estaba fuera, en el balcón, chupando un e-cigarrillo.
Habíamos volado unos días antes, y mi cuñado estaba encantado/no encantado de descubrir lo fácil que es comprar suministros para vapear en comparación con México. Pero por suerte/desgracia para él, se espera que la situación en México cambie. Y pronto.
La sentencia que declara constitucional el comercio de vapes y cigarrillos electrónicos
En una recienteContradicción de Tesis(octubre), la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la prohibición general de la Ley General para el Control del Tabaco (LGTC) de "comercializar, vender, distribuir, exhibir, promover o producir cualquier objeto que no sea un producto de tabaco, que contenga alguno de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique con productos de tabaco".
Suena bien, ¿verdad? Pero el fallo no permitió expresamente la comercialización de vapes y e-cigarrillos. En teoría, todavía no es posible realizar ninguna actividad relacionada o beneficiarse de programas gubernamentales orientados a la exportación fabricando esos productos en México.
La sentencia sobre vapes y cigarrillos electrónicos es vinculante
Sin embargo, el hecho de que la sentencia seajurisprudencia vinculante significa que todos los tribunales federales inferiores están obligados al menos a tener en cuenta la sentencia a la hora de resolver un caso en el que se alegue que los actos gubernamentales están obstaculizando la realización de actividades previstas en la LGCT. Las empresas y los particulares que soliciten autorización a los tribunales para realizar actividades comerciales en este ámbito cuentan ahora con un arma adicional y poderosa en su arsenal jurídico.
Historia de la prohibición del vapeo y los cigarrillos electrónicos
Los vapes y cigarrillos electrónicos no la han tenido fácil. En 2018, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) determinó que los cigarrillos electrónicos caían en el ámbito de la prohibición general descrita anteriormente. Luego, una Orden Ejecutiva de 2020 prohibió la importación de mercancías comprendidas en tres fracciones arancelarias de nueva creación, aplicables entre otras a:
- Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN);
- Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina [SACN ];
- Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN)]; y
- Cigarrillos electrónicos y dispositivos de vaporización similares a los anteriores.
Esta sentencia demolió la industria del vapeo en México, entre otras cosas porque la Corte también prohibió la producción (es decir, la fabricación) en territorio mexicano de vapeadores, cigarrillos electrónicos y productos similares. Todo esto está a punto de cambiar con la sentencia de octubre.
Cómo comerciar con vapes y cigarrillos electrónicos
Para las empresas interesadas en el mercado mexicano, sugerimos ampliar la fabricación local en México a medida que avanza la regulación. Debido a que la venta de vapes, e-cigarrillos y productos similares es ahora no inconstitucional, los individuos (o sus abogados) pueden obligar a la COFEPRIS a responder a las solicitudes o justificar los rechazos mediante la presentación de acciones de amparo. Dichas acciones incluirán una solicitud a los tribunales federales para que permitan las actividades individuales en espera de una resolución. Vemos varias vías de argumentación, y hacemos notar que, hasta donde sabemos, todos los amparos que se han presentado hasta la fecha en esta materia han sido resueltos a favor del demandante.
Al igual que con el cannabis en México, mientras más amparos sean promovidos con éxito por los actores de la industria, más presión política sentirán la Secretaría de Salud (encargada de regular los líquidos para vapear), la Secretaría de Economía (encargada de proveer los requisitos mínimos para importar los productos) y el Congreso. Estos organismos tendrán que dar cabida a una industria para la que existe una demanda incuestionable (y un importante mercado negro).
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