Nueva York sigue tomando medidas enérgicas contra la venta de cannabis sin licencia disfrazada de "regalos" o "cuotas de socio". La Oficina de Gestión del Cannabis (OCM) envió cartas de cese y desistimiento hace unas semanas, en las que amenazaba con multas sustanciales, posibles sanciones penales y "poner en riesgo sustancial su capacidad para obtener una licencia en el mercado legal del cannabis." Por supuesto, una carta de cese y desistimiento es tan buena como las consecuencias de ignorarla.
Ahí es donde intervino la senadora Diane Savino. El 8 de marzo de 2022, la senadora Savino publicó el proyecto de ley S8511. "El propósito de este proyecto de ley es definir las actividades ilegales de la persona que utiliza establecimientos comerciales como frente para distribuir cannabis en violación de la Ley de Control de Cannabis".
En la práctica, la legislación hace dos cosas, y ambas deberían tener efectos tangibles en los operadores "tempranos":
- la venta, transferencia, regalo o comercio ilícitos de cannabis desde un establecimiento comercial, tienda, club o instalación son ahora delito:
- la venta, transferencia, regalo o comercio ilícitos de cualquier tipo de cannabis constituye venta delictiva de cannabis en tercer grado (delito menor de clase A);
- la venta, transferencia, regalo o intercambio ilícitos de tres o más onzas de cannabis constituye venta delictiva de cannabis en segundo grado (delito grave de clase E); y
- la venta, transferencia, regalo o comercio ilícitos de dieciséis o más onzas de cannabis constituye venta delictiva de cannabis en primer grado (delito grave de clase D).
- Cualquier condena en virtud de este proyecto de ley impide a la persona "buscar, calificar o recibir cualquier permiso, licencia o autoridad para realizar cualquier actividad en virtud de la ley del cannabis".
Ha habido una serie de intentos bien publicitados para conseguir un comienzo temprano en la venta de cannabis (muchos de los cuales expresan vocalmente que creen que las membresías de los clubes de cannabis son suficientes para operar). Cualquier argumento concebible a favor de esa laguna jurídica quedaría anulado por la S8511. El proyecto de ley se justifica de la siguiente manera:
"El Estado de Nueva York ha establecido la ley del cannabis para permitir la transacción legal de cannabis a consumidores adultos de conformidad con reglamentos y políticas estrictas. Más recientemente, ha habido una interpretación errónea de la Ley del Cannabis del Estado de Nueva York para autorizar la transacción de cannabis a los clientes de establecimientos comerciales a modo de "regalo" o "intercambio" de cannabis por la compra de otro producto legal o la compra de una "membresía" en un club o establecimiento."
Vemos esto como un desarrollo bienvenido dado el énfasis de Nueva York en la creación de una industria del cannabis legal que funcione plenamente. Entendemos la frustración por los retrasos en la normativa y la concesión de licencias, pero en nuestra opinión, las afiliaciones a clubes y los regalos organizados eran obviamente contrarios a la intención y el espíritu de la MRTA. Estamos a las puertas de una verdadera industria legal del cannabis en Nueva York: ¡un poco de paciencia hace mucho!
