Recientemente me he trasladado a Washington D.C. para incorporarme a nuestro grupo de práctica de la Costa Este y he recibido un aluvión de consultas sobre el marco jurídico del cannabis recreativo(es decir, la marihuana y el cáñamo) en la capital del país. Así que, a la luz de este abrumador interés, pensé en resumir brevemente esta cuestión para nuestros lectores.
Marihuana
En noviembre de 2014, los residentes del Distrito de Columbia aprobaron por abrumadora mayoría la Iniciativa 71, una medida electoral que legalizaba la posesión y el cultivo de pequeñas cantidades de marihuana por parte de residentes mayores de 21 años.
Sin embargo, pocas semanas después de la aprobación de la iniciativa electoral sobre la marihuana, los republicanos del Congreso intentaron anular la ley incluyendo una cláusula en la Ley de Asignaciones Consolidadas y Continuas de 2015 que prohibía al Distrito utilizar fondos para promulgar leyes que gravaran y regularan la marihuana. Según la ley federal, el Congreso revisa toda la legislación aprobada por el Consejo (piense en él como el equivalente de la legislatura estatal de Washington D.C.) y cualquier medida de referéndum aprobada por los votantes antes de que se convierta en ley. Además, el Congreso conserva la autoridad sobre el presupuesto del Distrito. Por lo tanto, si el Congreso desea influir en los asuntos del Distrito, suele hacerlo a través de enmiendas a leyes no relacionadas, como los proyectos de ley de gastos.
Mapa de la legalidad de la marihuana en EE.UU.
No obstante, los funcionarios del Distrito, incluidos el Fiscal General del Distrito y la alcaldesa Muriel Bowser, declararon que la cláusula del Congreso no impediría la legalización de la marihuana, que fue promulgada y certificada por la Junta Electoral antes de que el Congreso aprobara la ley de gastos.
En consecuencia, el Distrito heredó un "mercado gris" en el que los comercios locales empezaron a dedicarse a la "economía del regalo", que consiste en vender artículos no relacionados con la marihuana a precios marcados y ofrecer marihuana como regalo complementario con la transacción. Esta práctica comercial legalmente cuestionable surgió de una disposición de la Iniciativa 71 que establece que es legal que cualquier persona mayor de 21 años "transfiera sin pago (pero no venda) hasta una onza de marihuana a otra persona mayor de 21 años....".
Así, mientras que las detenciones relacionadas con la marihuana dejaron de producirse en la capital de la nación (algo particularmente bueno a la luz de un informe de 2013 de la Unión Americana de Libertades Civiles que reveló que D.C. tenía una de las tasas de arrestos más altas de cualquier condado del país, con 9 veces más probabilidades de que los negros fueran arrestados que los blancos), el Distrito se enfrentó a un mercado no regulado y legalmente dudoso donde la venta comercial de marihuana es ilegal.
En un intento de abordar esta cuestión en curso, los legisladores del Distrito presentaron recientemente la Ley Integral de Legalización y Regulación del Cannabis de 2021un proyecto de ley de gran alcance que si se promulga en su versión actual establecería un marco regulatorio integral para la producción y venta de marihuana recreativa, pero también abordaría la equidad social mediante la reparación de los daños causados por la aplicación criminal en el pasado, mediante la inversión en las comunidades más perjudicadas por la guerra contra las drogas, y mediante la creación de un acceso equitativo al nuevo mercado. No se ha adoptado ninguna medida desde la presentación del proyecto de ley el 1 de marzo.
Cáñamo
El Distrito aún no ha promulgado leyes o reglamentos relacionados con el cáñamo, lo que significa que no autoriza ni regula la producción de cáñamo ni la de productos derivados del cáñamo, incluida la venta de cannabidiol (CBD). Por lo tanto, estos productos no son legales a pesar de la notable presencia de "tiendas de CBD" por toda la ciudad.
En resumen, la venta comercial de productos de cannabis recreativo está expresamente prohibida en el Distrito. Esto significa que la inmensa mayoría de los productos vendidos y "regalados" en la ciudad no están regulados y, por tanto, pueden no ser seguros para el consumo humano. Además, aunque estas actividades parecen ampliamente toleradas, no dejan de poner a los negocios locales en peligro de sufrir acciones coercitivas por parte de agentes locales y federales. Algo en lo que pensar antes de aventurarse en este mercado.
