Gustavo Petro es el próximo presidente de Colombia, tras su victoria electoral del 19 de junio. La elección de su primer presidente de izquierdas, junto con su primer vicepresidente afrocolombiano, es sin duda un acontecimiento trascendental para el tercer país más poblado de América Latina. ¿Qué significará una presidencia de Petro para el cannabis?
Según la plataforma de Petro, un "enfoque en el prohibicionismo ... impuso a Colombia ... la guerra contra la coca, la amapola y el cannabis". En su opinión,
Esta guerra ha fracasado y el país necesita avanzar hacia un nuevo paradigma que reúna la voluntad global y latinoamericana hacia una agenda internacional concertada basada en los derechos humanos y la construcción de la paz, la transformación económica de los entornos productores sin criminalizar a los cultivadores, la protección de la naturaleza, la regulación, el sometimiento judicial de las organizaciones criminales y el abordaje del consumo como un tema de salud pública.
Según la plataforma, el cannabis y la coca son un "importante sector productivo". Petro aboga por el desarrollo de la agroindustria del cannabis, con vistas a su desarrollo como industria regulada. De hecho, el presidente electo considera que el cannabis ocupa un lugar especial en sus esfuerzos por impulsar el desarrollo del campo colombiano, prometiendo que la cadena de valor del cannabis recibirá un "impulso especial" bajo su gobierno. En este sentido,
La producción y derivados del cannabis tendrán un marco legal que privilegie los permisos y el apoyo técnico comercial a las familias productoras, asegurando la participación de pequeños propietarios y cooperativas de productores en el mercado y garantizando la distribución segura para el consumidor en la comercialización. consumidor y una importante recaudación de impuestos para el Estado. A su vez, se abrirán espacios en el comercio internacional con una variedad de productos derivados - medicinales, alimenticios y textiles.
La administración entrante de Petro puede aprovechar los avances que Colombia ha hecho en relación con el cannabis en los últimos años. El cannabis medicinal se legalizó en 2016. A principios de este año, Colombia emitió regulaciones sobre la importación y exportación de productos de cannabis. Esto significa que ya existe un marco para el comercio internacional de cannabis que Petro prevé. Los esfuerzos en un pasado no muy lejano para legalizar el cannabis de uso adulto encallaron en la legislatura colombiana, pero el Pacto Histórico de Petro es una fuerza mucho más presente en el Congreso tras las elecciones legislativas de marzo de este año.
Como dice el refranero español del dicho al hecho hay gran trecho. Sólo el tiempo dirá cuáles serán las prioridades de Petro una vez en el cargo, y la reforma del cannabis puede quedar en un segundo plano. O puede que no, con el nuevo gobierno tomando medidas para hacer realidad la visión de Petro de un cannabis regulado y despenalizado. Sin embargo, una cosa está clara. Una mayoría del electorado colombiano ha indicado que quiere probar un nuevo camino. El escenario parece propicio para tomar medidas audaces que podrían consolidar el papel de Colombia como líder de la industria latinoamericana del cannabis.
