No viajar con productos derivados del cannabis

La reciente detención en Rusia de Brittney Griner, jugadora de la WNBA, pone de relieve los peligros de viajar con productos derivados del cannabis. Para quienes no estén familiarizados con el asunto, Griner fue detenida después de que las aduanas rusas "supuestamente encontraran en su equipaje cartuchos para vapear que contenían cannabis."

Para empezar, hay que señalar que la detención de Griner se produce en un momento de tensiones sin precedentes entre Rusia y Estados Unidos. Aunque el incidente es anterior a la invasión rusa de Ucrania, no es que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia fueran como la seda en el periodo previo a las hostilidades. En cuanto a este caso en particular, no podemos descartar la posibilidad de que Griner sea un desafortunado peón en el juego geopolítico, que de hecho puede estar libre de culpa.

Dicho esto, muchos viajeros se meten en problemas como resultado de sus propias decisiones en relación con el cannabis. Aquí tienes algunos consejos básicos para evitar problemas, si quieres siquiera plantearte viajar con productos cannábicos.

En primer lugar, asegúrate de que conoces realmente la situación legal del producto en tu país de origen. Una persona que visita Estados Unidos por primera vez y pasa todo su tiempo en Seattle puede, si no está versada en los aspectos legales, suponer que el cannabis para uso de adultos es legal en todo el país. Pero no lo es. Es más, es ilegal a nivel federal, y los federales se encargan de los controles fronterizos y la aviación.

En segundo lugar, haz lo mismo con el país de destino. Ten en cuenta que un país puede estar de acuerdo con ciertas actividades relacionadas con el cannabis, pero no con otras. De hecho, incluso países que son bastante abiertos en lo que respecta al cannabis pueden poner límites a la importación. En la misma línea, puede que un país no esté muy obsesionado con la locura de los porros (¡lo que no quiere decir que nunca debas viajar con cannabis de verdad!), pero puede que se tome muy en serio la seguridad de los alimentos y los medicamentos.

Del mismo modo, puede haber un alto grado de tolerancia hacia el consumo de cannabis en un determinado país o zona, pero eso puede no reflejar la legislación vigente. Lo que está bien en bares y playas puede no estarlo en un aeropuerto o en un paso fronterizo.

Por último, no se olvide de las transferencias. Las transferencias internacionales no son como las nacionales: Es muy probable que tenga que pasar controles de seguridad. Y, según las circunstancias, puede que tengas que pasar por controles de inmigración y aduanas, aunque sólo estés en tránsito. No descuide los puntos de transferencia al analizar los riesgos legales.

En conclusión, a menos que disponga de un asesoramiento jurídico irrefutable sobre el tratamiento de un determinado producto en los países de salida, traslado y llegada, guárdelo en casa. Y lo decimos en serio: En Internet hay mucha información imprecisa sobre el cannabis. No querrás tomar decisiones que podrían llevarte a la cárcel basándote en ese tipo de información. Habla con alguien que entienda de verdad la ley.