Chequia, oficialmente conocida como la República Checa, podría unirse pronto a la creciente lista de países europeos con cannabis legal para uso de adultos. El coordinador nacional antidroga checo, Jindřich Vobořil, está redactando la legislación necesaria, que podría entrar en vigor en 2024.
En cuanto a cómo podría ser la nueva ley:
Las nuevas medidas deberían establecer el nivel de sustancias estupefacientes que pueden contener los productos legales de marihuana. Los cultivadores de marihuana necesitarían una licencia y la ley especificaría claramente a quién podrían entregar su producto. Algunos propietarios de tiendas también podrían recibir una licencia, dijo el Sr. Vobořil. La cantidad de marihuana que la gente podría comprar sería limitada y los compradores podrían estar obligados a registrarse en el estado, dijo.
La posesión y el cultivo de cannabis, por debajo de ciertos umbrales, se despenalizó en la República Checa en 2010. El uso médico se legalizó en 2013, pero solo para el tratamiento de determinadas dolencias, y con unos niveles de THC y CBD limitados al 19% y al 7,5%, respectivamente. El cultivo doméstico para uso personal está permitido, aunque los niveles de THC están limitados al 1%.
Gran parte del impulso para la legalización checa del cannabis para adultos procede del Partido Pirata, miembro de la coalición de gobierno de la República Checa. En 2020, el partido presentó un proyecto de ley que habría legalizado el cannabis para adultos. Esa iniciativa fracasó, pero como parte del ejecutivo checo, los Piratas tienen ahora una plataforma inmejorable desde la que impulsar la reforma del cannabis.
El Partido Pirata solo tiene cuatro de los 200 escaños de la Cámara de Diputados checa. Sin embargo, las exigencias de la formación de coaliciones parlamentarias lo han llevado a formar parte del Gobierno checo en 2021.
Cabe señalar que los Piratas no sólo han abogado por la legalización del cannabis, sino también por el uso médico legal de ciertos psicodélicos. Su mandato en el gobierno promete ser interesante no sólo para los observadores del cannabis. Y mirando más allá de Chequia, el éxito de los Piratas puede servir de inspiración a pequeñas fuerzas políticas pro-cannabis en otros países, al menos en aquellos con sistemas parlamentarios.
Por último, cabe destacar el impacto de las propias reformas de la vecina Alemania en lo que están haciendo los checos. Al anunciar la nueva legislación, el coordinador antidroga, el Sr. Vobořil, dejó claro que quiere que las empresas checas consigan un trozo del vasto pastel alemán. ¿Podríamos ver pronto a otros países de la región actualizando su legislación para aprovechar las oportunidades del cannabis en la mayor economía de Europa?
