La legislación federal acapara la atención, pero las leyes estatales también son importantes

Si no es estadounidense, la política de Estados Unidos puede resultar confusa. Y créanos, incluso si es estadounidense, es confusa.

Estados Unidos lleva varias décadas (algunos dirían que los últimos 245 años) sumido en una lucha partidista, y durante los últimos 10 años ha sido especialmente difícil aprobar leyes en el Congreso. El Presidente Biden y los líderes demócratas Chuck Schumer y Nancy Pelosi (como líderes de la mayoría) llevan ocho meses ocupados intentando aprobar lo que la Casa Blanca denomina la "Build Back Better Act", un proyecto de ley de gasto en infraestructuras de aproximadamente 2 billones de dólares (tal y como están hoy las negociaciones). También se espera que el senador Schumer programe una votación la próxima semana para abrir el debate sobre la legislación del derecho al voto que, según él y sus compañeros demócratas, es necesaria para contrarrestar las restricciones impuestas por las legislaturas estatales controladas por los republicanos.

Así que, sí, la política nacional es un caos, y la legislación que pasa por el Congreso siempre ha sido el resultado de acuerdos y compromisos (para una visión más cercana, recomendamos "Master of theSenate", de Robert A. Caro, una parte de la épica biografía de Lyndon B. Johnson escrita por Caro).

Pero si usted no es estadounidense e invierte o hace negocios en Estados Unidos, probablemente sepa que no sólo importan las leyes federales.

Estados Unidos ofrece un entorno normativo en el que es fácil establecer y explotar una empresa, y en el que la competencia está protegida y es apreciada, pero las empresas que desean establecer operaciones en Estados Unidos deben cumplir las leyes y normativas federales, estatales y locales que regulan la concesión de licencias, la comercialización, el trabajo, el medio ambiente, la seguridad, la privacidad (de empleados y consumidores), la fiscalidad y otras cuestiones.

Como ejemplo, el Gobernador de California, Gavin Newsom, firmó la semana pasada la última de las 770 nuevas leyes, de las 836 que le envió la legislatura californiana.

A los inversores inmobiliarios les interesará saber que la nueva legislación simplificará el proceso de subdivisión y reurbanización de una propiedad que actualmente está zonificada para una vivienda unifamiliar.

Los empresarios del cannabis se habrán sentido decepcionados por la negativa de Newsom a aprobar un proyecto de ley que habría permitido la publicidad del cannabis en las vallas publicitarias de las autopistas.

Y aunque los legisladores aprobaron 1.000 millones de dólares para la prevención de incendios forestales, rechazaron un proyecto de ley que exigía reducir las emisiones de gases de efecto invernadero más allá de los mandatos actuales, que los funcionarios han dicho que California ya no está en condiciones de cumplir.

Además, California aprobó un plan estatal de ingresos garantizados diseñado para dar pagos mensuales en efectivo a las embarazadas y jóvenes adultos que hayan salido recientemente de un hogar de acogida y reúnan los requisitos necesarios. El programa tiene un alcance limitado, pero puede considerarse un proyecto piloto susceptible de ampliación.

El gobernador también promulgó un proyecto de ley que obliga a las empresas de reparto en línea (como Amazon) a revelar las cuotas de cumplimiento y les prohíbe obligar a los trabajadores a renunciar a las pausas de descanso y baño para cumplir sus cifras.

Un proyecto de ley que no se aprobó habría despenalizado las medicinas psicodélicas, pero como recordatorio de que los empresarios y los consumidores deben considerar cuidadosamente las jurisdicciones en las que operan y residen, tres ciudades de California (incluidas Santa Cruz y Oakland) han aprobado leyes de despenalización, al igual que Seattle.

El proyecto de ley que nos decepcionó ver vetado por el gobernador era uno que habría despenalizado el cruce imprudente. Miramos a ambos lados y, si no viene ningún coche, pensamos que no hay problema. Pero en California eso puede costarte 196 dólares.

En los últimos años hemos escrito varias entradas de blog sobre asuntos relacionados con la legislación local (estatal y municipal) y federal. He aquí una muestra:

Como solemos decir en este blog, en la mayoría de los casos las empresas se rigen por las leyes y normativas de varias jurisdicciones: federal, estatal y, en algunos casos, de condado y ciudad. Por ejemplo, aunque la mayoría de los estados permiten los acuerdos de no competencia entre empleados, algunos no lo hacen. California no sólo no hace cumplir los acuerdos de no competencia de los empleados, sino que éstos pueden demandar a un empresario que pretenda exigirles que firmen uno.

Lo más importante es estar lo más informado posible sobre los contextos operativos y jurídicos relevantes para su empresa, y contar con un asesoramiento jurídico sólido en todo momento a la hora de tomar decisiones empresariales y de inversión.

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